Reducir las impurezas es clave para lograr unos proyectos de CCS eficientes
El transporte de CO₂ tras su captura es un paso fundamental previo a su almacenamiento o utilización. Históricamente, el CO₂ se transportaba en estado líquido mediante camiones para ser empleado en la industria de alimentos y bebidas. Sin embargo, su transporte a través de tuberías en fases densas o supercríticas es cada vez más común, especialmente en EE. UU., donde se emplea para la recuperación mejorada de petróleo (EOR, por sus siglas en inglés). Aún así, las tuberías de CO₂ siguen representando una pequeña parte de la infraestructura global. Algunos de los desafíos que plantean son la presencia de impurezas de diversas fuentes y los problemas logísticos que supone transportar grandes volúmenes de CO₂ cerca de áreas pobladas. Asimismo, la precisión en la medición y la elaboración de informes rigurosos son fundamentales para garantizar la viabilidad económica.
Las impurezas como la humedad pueden causar corrosión, de modo que se precisan tecnologías de medición avanzadas. Además, también es necesario monitorizar otras impurezas, como el sulfuro de hidrógeno y el metano, para evitar reacciones nocivas. El transporte y almacenamiento eficientes de CO₂ requieren seleccionar las tecnologías adecuadas para medir la composición y el caudal teniendo en cuenta el coste, la eficiencia y la fiabilidad. A medida que aumentan los proyectos de captura y almacenamiento de carbono (CCS, por sus siglas en inglés), es fundamental abordar estos desafíos técnicos y económicos para lograr un transporte y almacenamiento de CO₂ seguros y eficientes.
¿Qué aprenderá en este artículo técnico?
En este artículo se analiza el transporte de CO₂ y se enfatiza en la transición del transporte en camión al transporte por tuberías en fase supercrítica para lograr una mayor eficiencia. Gestionar las impurezas y garantizar mediciones precisas son algunos de los retos más importantes para hacerlo posible. Las tecnologías como TDLAS y los caudalímetros Coriolis destacan por su precisión. Garantizar la integridad y seguridad de las tuberías resulta fundamental, sobre todo en los proyectos de captura y almacenamiento (CCS) de carbono a gran escala.